lunes, 11 de abril de 2011

Pobreza y medio Ambiente

“(…)Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen el derecho de respirar mierda,
como si fuera aire, sin pagar nada por ella.(…)” Los pobres, Eduardo Galeano

En los tiempos en los que vivimos, los países industrializados empiezan a ser
conscientes de las consecuencias ambientales de un modelo económico voraz. No
obstante, a pesar de que estos países empiezan a aplicar, al menos aparentemente,
modelos más sostenibles y a tener en cuenta los impactos ambientales en las actuaciones
que se realizan, no exigen que las normas del comercio internacional obliguen a aplicar
estas medidas en otros países, lo cual conlleva el deterioro paulatino de su calidad
ambiental.

Hasta la gran crisis del petróleo de los años 70, los habitantes de los países
industrializados parecen no ser conscientes de que la tierra no es una fuente inagotable
de recursos. Esa concepción del planeta sigue implícita en el lenguaje popular.
Seguimos confundiendo “medio ambiente” con “recursos naturales” que sin dejar de
serlo tienen mucho más valor que el meramente productivo. La naturaleza es un sistema
complejo en la que se fundamente la vida, y sin la cual esta no puede subsistir. Los
elementos de la misma son por tanto patrimonio de todos los seres vivos y por ello es
necesario empezar a llamarlos patrimonio natural en lugar de recursos naturales.

Sin embargo este cambio en la terminología ha de ser global, y no podemos caer en
la paradoja de que nuestros valores naturales sean patrimonio natural pero se sigan
viendo los de otros países como recursos naturales que explotar. Para poder conseguir
productos mucho más baratos procedentes de otros países, se emplean técnicas que
suponen la degradación del patrimonio natural de otros pueblos y unas condiciones de
trabajo en muchas ocasiones lamentables.

El modelo de desarrollo industrializado hace así mismo que los países emergentes
tomen este modelo como referencia, fomentando un desarrollo que busca alcanzar
de forma ansiosa los niveles de industrialización que otros países han conseguido,
obviando los condicionantes ambientales y sociales necesarios para evitar la
degradación del Planeta. Las necesidades de este modelo hacen que se siga viendo la
contaminación como una consecuencia irremediable del desarrollo que por supuesto
está por encima de todo, incluso del Planeta que lo sustenta.

Las consecuencias de la contaminación también se ciernen sobre los países con un
mayor nivel de pobreza ya que los fenómenos calentamiento global y cambio climático
están afectando a los países que cuentan con menores recursos frente a los desastres
naturales que estos fenómenos acarrean y que conllevan un elevadísimo numero de
muertes.

Es necesario tomar conciencia del valor de un medio ambiente saludable y es necesario
que los países que sustentan estos modelos empiecen primero a aplicar medidas que
aseguren la protección ambiental a la vez de que exijan la aplicación de medidas de
control ambiental al resto de países.

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